El odio es muy contagioso, por eso es tan difícil responderle con la bondad. Requiere un esfuerzo constante, revisarnos bien lo que sentimos ayuda. Aún así fallaremos montones de veces, pero con cada una habremos avanzado un pasito más hacia donde deseamos estar.
Recibo tu abrazo, me lo quedo un ratito y te lo envío de vuelta. Sí, me estoy dando permiso para pasar el duelo como me pide el alma, desde la calma y el agradecimiento por todo lo que compartimos. La sonrisa nostálgica aparece entre las lágrimas desde el primer día. 😘