Es algo que me ha pasado muchas veces y creo que a casi todos, por no decir todos, los creadores de contenido nos pasa. La estrategia que me ha funcionado en ocasiones, es comenzar a escribir cómo me siento en ese momento y luego las palabras van surgiendo, pues hablar de lo sentimos no necesita tener que rebuscar argumentos, es algo honesto y sin maquillaje.

Otras veces busco una frase que me inspire, entonces la convierto en la idea principal de lo que voy a escribir. Cuando sabemos sobre qué escribir, la musa aparece.

Incluso, a veces una sola palabra basta para inspirarme, como por ejemplo: paz, y comienzo a escribir de todo lo que me produce paz, de paso, es un buen tema para mi próximo post 😂.

Cuando nos proponemos ser constantes con nuestro blog, al inicio se hace cuesta arriba desarrollar un tema cada día, o cada vez que lo tengas programado, pero con el tiempo se hace más fácil, porque la práctica nos permite desarrollar esa habilidad, como todo en la vida.

También me pasó que las pocas recompensas llegaron a desmotivarme, pero en ese entonces me propuse escribir sólo para mí, ya no tenía la expectativa si me votaban o no, sólo tomé mi blog como un espacio personal de escritura, entonces, con el tiempo, surgió el milagro y ya pude ver más que ceros en mis publicaciones, lo que me regala siempre más que una sonrisa. Creo que cuando haces algo que te gusta, tarde o temprano tiene su recompensa.

Como verás, me inspiré con este comentario, jajaja.

Un abrazote, escribes muy bien, sigue adelante que vas por buen camino.