Hola Rosa, yo tampoco estoy acostumbrada a los selfies, pero en la práctica uno va aprendiendo y es bonito porque así se registran los cambios que vamos viviendo.
Ese museo es hermoso, fue una de las visitas que hice la última vez que fui a Margarita. Con el grupo que andaba no sabían de su existencia y los hice ir a todos para allá, después quedaron encantados.