Saludos amigos de la comunidad Topfamily y profesor @lanzjoseg.
Ha llegado la dinámica que inicia los días sábados a través de una fotografía aportada por el profesor @lanzjoseg para elaborar un post de lo que observamos, pensamos y escribimos sobre el.
Las personas recuerdan diferentes emociones y experiencias de vida ante la imagen aportada. Casi todos coinciden en la rapidez que brinda como medio de comunicación, pero también resaltan los riesgos al manejar imprudentemente este equipo.
Les comparto el post del reto: Anunciando ganadores del concurso. Observa Piensa Escribe. Iniciando 11-05-2024 hasta el 17/05/2024
Invitando a participar esta semana: @dorytagil2022, @numa26, @ciresophen, @nanixxx, @gabrielr29, @robotgirl2024 y @crisch23
La moto de mi hermano
La imagen me remonta muchos años atrás cuando mi hermano deseaba con locura una moto. Como padres trabajadores que teníamos les pareció lógico a nuestros padres que trabajara para comprárselo. Seguramente con la esperanza de que cambiara de opinión mientras reunía el dinero.
Pero el no iba a dejar de su empeño. La moto que deseaba era una de las más grandes y potentes del mercado. Eran cosas de muchachos. Le tomo cierta cantidad de tiempo, pero al fin tuvo el dinero suficiente para hacerlo. Total los jóvenes no tienen grandes gastos no compran comida y no pagan alquiler.
Era de verdad hermosa, ella estaba allí en el garaje bajo techo. A escondidas trataba de montarme en ella, cuando lo logre mi pies no tocaban el suelo y por supuesto me atraparon encaramada allí.
Solo dio paseos cortos y cercanos, hasta aquel fatídico día sábado cuando salio a visitar unos amigos por la avenida Caracas. No había pasado ni quince minutos cuando recibimos la llamada. Mi mamá siempre fuerte temblaba y termino dándole el teléfono a mi papá. Lo que escuche fue que para evitar chocar con un carrito por puesto que se le atravesó, derrapo arrastrándolo varios metros. Todos temíamos lo peor.
Cual fue el resultado la moto con algunos daños y mi hermano con varias raspaduras, sin fracturas y tuvieron que agarrarle muchos puntos más allá de la nalga. No podía sentarse para ir al baño y le daba mucha pena tener que ser curado todos los días en su trasero. La moto fue vendida así como estaba, nunca más regreso a casa.
En su larga convalecencia le compuse una canción a mi hermano aprovechando la música de pinocho:
Hasta el viejo hospital del Razzeti
llego juanchito mal herido
un cruel taxista atravesado
lo tiro al piso mal herido.
Y esta es toda la historia que les puedo contar, nunca más hubo una moto en la familia.