Es verdad amiga. Ámbar le encanta el terror, son los cuentos y películas que les gusta. Pero esta vez se asustó, no de los disfraces, ni decoraciones, sino de esa frase terrorífica, jejeje.
Del Halloween no es que lo celebré. Pero salir un día y ver todo decorado y todo 3l esfuerzo que hacen por armar disfraces y maquillajes. Es bonito admirarlo.
Claro que adoramos es a Dios y hoy recordamos a nuestros santos difuntos.