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Among piles of boxes, Leo found an old leather trunk, whose lock, rusted by the passing of time, gave way easily and with a creak at the insistence of Leo, who upon contemplating its interior could feel how a sea of memories and emotions invaded him completely. In it he could see several photos and an old gray book with a hard cover and a worn spine...
As he went through them in detail, he wents over each object with nostalgia. The photos showed a happy child, energetically walking through a beautiful green and flowery field, playing with his friends and enjoying the simplicity of life. While the book, contained many stories that he loved to write, products of his daily experiences... Fantastic and full of rebelliousness.
The more Leo observed those objects, the more frustration he felt for not being able to relive those memories literally, however, it was at that moment when doubt and adrenaline took over him...
What if I could relive those times?
What if someone could help me feel my beautiful memories again?
With that hope in mind, Leo became obsessed in a tireless quest to relive those memories.
He visited many electronics stores, consulted with different experts in augmented reality to finally find what he was looking for: a technology that would allow him to project and feel all those experiences encapsulated in his longed-for photos in a three-dimensional way on the real world.
Sitting in his room and with trembling hands, Leo placed the device on his face, while Thomas (the owner of the technology) slowly inserted each photo in his device, and also was indicating the steps to follow so that he could live in his memories...
In an instant, his room was filled with light as his photos began to come to life... He could feel his childhood friends surrounding him, smiling and playful, while he held several pages full of fantastic stories from that gray book... Lived stories that he thought he had forgotten, he could remember them and feel the adrenaline of their words with absolute clarity.
Needless to say, Leo was fascinated and completely immersed in that world of nostalgia and illusion that he longed for... Laughing and playing as if he was once again that happy and rebellious child of 44 years ago. For hours, he could relive those happiest moments of his childhood, without worries or responsibilities. However, at one point, something brought him back to reality. It was his wife's voice, soft and familiar (she was calling him from the corner of his room) to invite him to dinner...
Leo took off his device with a bit of nostalgia, however, the image of his wife filled him again with that warmth he desperately sought to relive in those memories. He realized that, although this technology allowed him to relive those times of youth, joy and rebellion, it could never replace his present and that his real life was there, in front of him... With his wife and full of beautiful moments to live. So this vivid experience allowed him to appreciate the here and now.
The next day, he kept the device in his beloved leather trunk, along with all those memories of his beautiful childhood.... She knew she could always go back to them to visit them whenever she needed to, but she also knew that the most important thing was to live her present to build new memories with the same joy and rebelliousness with which she had done it in her childhood.
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Entre montones de cajas, Leo encontró un viejo baúl de cuero, cuya cerradura, oxidada por el pasar del tiempo, cedió fácilmente y con un crujido ante la insistencia de Leo, quien al contemplar su interior pudo sentir como un mar de recuerdos y emociones lo invadieron por completo. En él pudo ver varias fotos y un viejo libro gris de tapa dura y lomo desgastado…
Al irlos detallando, repasó con nostalgia cada objeto. Las fotos mostraban a un niño feliz, que enérgicamente caminaba por un hermoso campo verde y floral, jugando con sus amigos y disfrutando de la simpleza de la vida. Mientras que el libro, contenía muchas historias que a él le encantaba escribir, producto de sus experiencias diarias… Fantásticas y llenas de rebeldía.
Mientras Leo más observaba esos objetos, más frustración sentía por no poder revivir esos recuerdos literalmente, sin embargo, fue en ese momento cuando la duda y adrenalina se apoderaron de él…
¿Y si pudiera revivir aquellos tiempos?
¿Y si alguien pudiese ayudarme a volver a sentir mis hermosos recuerdos?
Con esa esperanza en mente, Leo se obsesionó en una búsqueda incansable para volver a vivir esos recuerdos.
Recorrió muchas tiendas de electrónica, consultó con diferentes expertos en realidad aumentada para finalmente encontrar lo que buscaba: una tecnología que le permitiría proyectar y sentir todas esas experiencias encapsuladas en sus añoradas fotos de una forma tridimensional sobre el mundo real.
Sentado en su habitación y con las manos temblorosas, Leo se colocó el dispositivo en su rostro, mientras que Thomas (el dueño de la tecnología) insertaba lentamente cada foto en u dispositivo, e igualmente le iba indicando los pasos a seguir para que pudiese vivir en sus recuerdos…
En un instante, su habitación se llenó de luz mientras que sus fotos empezaban a cobrar vida… Pudo sentir como sus amigos de la infancia lo rodeaban, sonrientes y juguetones, mientras que él sostenía varias páginas llenas de fantásticas historias de aquel libro gris… Historias vividas que él creía olvidadas, podía recordarlas y sentir la adrenalina de sus palabras con una claridad absoluta.
De más está decir que Leo estaba fascinado y sumergido completamente en ese mundo de nostalgia e ilusión que él añoraba… Riendo y jugando como si nuevamente volviese a ser aquel niño alegre y rebelde de hace 44 años. Durante horas, pudo revivir esos momentos más felices de su infancia, sin preocupaciones ni responsabilidades. Sin embargo, en un momento dado, algo lo hizo volver a la realidad. Era la voz de su esposa, suave y familiar (lo llamaba desde la esquina de su habitación) para invitarlo a cenar…
Leo se quitó el dispositivo con un poco de nostalgia, sin embargo, la imagen de su esposa lo llenó nuevamente de esa calidez que buscaba desesperadamente revivir en aquellos recuerdos. Se dio cuenta de que, aunque esa tecnología le permitía revivir esos tiempos de juventud, alegría y rebeldía, jamás podría remplazar su presente y que su vida real estaba allí, frente a él… Con su esposa y llena de momentos hermosos por vivir. Por lo que esta vívida experiencia le permitió valorar el aquí y el ahora.
Al día siguiente, guardó el dispositivo en su amado baúl de cuero, junto con todos esos recuerdos de su hermosa infancia... Sabía que siempre podría volver a ellos para visitarlos cuando lo necesitase, pero también sabía que lo más importante era vivir su presente para construir nuevos recuerdos con la misma alegría y rebeldía con que lo había hecho en su niñez.
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