No soy amigo de los videojuegos, pero entiendo que pueden ser tanto una buena influencia como mala, dependiendo del juego y del uso que se haga de ellos.
Comparto tu reflexión final:
me he dado cuenta que hacer amigos no es hacerlo en cantidad; sino en calidad y darle tu tiempo a aquellos que realmente lo aprecien y no con aquellos que ni tu existencia se dan cuenta.
Saludos @richjr