Hoy, con una sonrisa en el rostro y un corazón lleno de gratitud, quiero compartir con ustedes una noticia que ha llenado mi vida de alegría. Después de un mes de lucha, dolor y angustia, finalmente puedo decir con alivio y felicidad "Mi pie está Sano".
Todo comenzó con un accidente en mi moto. Mi pie derecho fue el que más sufrió, y lo que parecía ser una lesión manejable se convirtió en una pesadilla cuando una bacteria se alojó en la herida. Los días se convirtieron en una sucesión de curas y raspados, cada uno más doloroso que el anterior. Los gastos en medicamentos se acumulaban, y la mejora parecía cada vez más lejana.
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Pero en medio de la adversidad, encontré una luz de esperanza gracias a una amiga que me recomendó ir con un Dr especiales en Traumatología con el que ella trabaja de secretaria y ayudante en curas. Y bueno yo buscando una segunda opinión médica, llegué a el. Con tan solo dos curas, logró lo que parecía imposible: sanar mi herida. No puedo expresar con palabras la felicidad que sentí al ver mi pie recuperándose, al sentir que el dolor disminuía con cada día que pasaba.
Durante todo este proceso, lloré mucho. Cada cura, cada anestesia, cada raspado era solo dolor y la lucha. Pero la fe y el deseo de sanar y de volver a mi trabajo, a mi vida normal no me dejó caer.
Y en medio de todo esto, no estuve sola. Conté con el apoyo incondicional de mi pareja, cuyo amor y paciencia fueron mi roca en los momentos más difíciles. Y por supuesto, conté con la ayuda de Dios, en quien encontré la fuerza para seguir adelante, para no rendirme.
Hoy, finalmente, puedo decir que estoy sana. Que después de un largo mes, puedo volver a mi trabajo, puedo volver a mi vida. Y por eso, me siento feliz y agradecida. Agradecida con Dios, con mi pareja, con el doctor que sanó mi pie. Agradecida por la vida, por la salud, por la oportunidad de seguir adelante.
Así que a todos los que están pasando por momentos difíciles, les digo: no pierdan la fe y la esperanza. La lucha es dura, pero la victoria es dulce. Y siempre, siempre, hay una luz al final.
English VersionThe Light At The End Of The Tunnel🙏
Today, with a smile on my face and a heart full of gratitude, I want to share with you a piece of news that has filled my life with joy. After a month of struggle, pain and anguish, I can finally say with relief and happiness "My foot is healthy.
It all started with an accident on my motorcycle. My right foot suffered the most, and what seemed to be a manageable injury turned into a nightmare when bacteria became lodged in the wound. The days became a succession of dressings and scrapes, each one more painful than the last. Medication costs piled up, and improvement seemed further and further away.
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But in the midst of adversity, I found a light of hope thanks to a friend who recommended me to go to a Dr. specializing in Traumatology with whom she works as a secretary and assistant in cures. Well, looking for a second medical opinion, I came to him. With only two cures, he managed what seemed impossible: to heal my wound. I can not express in words the happiness I felt to see my foot recovering, to feel that the pain decreased with each passing day.
During this whole process, I cried a lot. Every cure, every anesthesia, every scraping was just pain and struggle. But the faith and the desire to heal and to return to my work, to my normal life did not let me fall.
And in the midst of all this, I was not alone. I had the unconditional support of my partner, whose love and patience were my rock in the most difficult moments. And of course, I counted on the help of God, in whom I found the strength to go on, to not give up.
Today, finally, I can say that I am healthy. That after a long month, I can return to my work, I can return to my life. And for that, I feel happy and grateful. Grateful to God, to my partner, to the doctor who healed my foot. Grateful for life, for health, for the opportunity to move forward.
So to all of you who are going through hard times, I say: don't lose hope. The struggle is hard, but victory is sweet. And always, always, there is a light at the end.
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