ESPAÑOL
Buenos días a todos. Hoy tengo el gusto de compartir mi participación en este 37° Concurso Hispaliterario convocado por @hispapro, @jesuspsoto, @celfmagazine, @literatos, y @writingclub.
El tema de este concurso consiste en componer un cuento. Cada participante va a desarrollar una historia en forma libre, haciendo uso de alguno de los pareados que nos ofrecen en la lista. El relato debe iniciar con ese pareado, y se puede realizar en prosa o en verso. Yo me atreví a desarrollarlo de ambas maneras, y en el relato introduje dos tipos de narradores; omnisciente (Mamá Ina), y protagonista (algún nieto). Mi pareado es: "Érase un burro sin dientes, muy feo pero valiente... Agradecida por la invitación del equipo @hispaliterario y mi amiga @beaescribe, la extiendo a mis amigas, @belkyscabrera, @cirangela, @brujita18, e @issymarie2. Para todos los que deseen participar pueden hacerlo a través del siguiente enlace y seguir las reglas del concurso: Hispaliterario 37 / ”Cómo empieza el cuento”.
EL BURRITO REAL
Érase un burro sin dientes,
muy feo pero valiente...
Mamá Ina, no dejaba de repetir constantemente este par de versos mientras se mecía suavemente en su silla. Todas las tardes, mi abuela se sentaba en una mecedora frente al portal de la casa, y poco a poco la íbamos rodeando los nietos más pequeños, y hasta los demás niños del barrio. Nos gustaba escuchar la historia del burro sin dientes, y por eso ella comenzaba a repetir muy fuerte los primeros versos. Ya eso nos indicaba que teníamos una cita junto a sus enaguas. Ella narraba el cuento en dos formas; algunas partes las relataba como un cuento y otras las expresaba como un poema. Y así empezaba esta hermosa historia:
Érase un burro sin dientes,
muy feo pero valiente,
los aldeanos lo veían
y del pobre se reían.
— ¡Jajajaja, qué burro más feo! —decía un aldeano muy antipático cuando pasaba frente a él.
— ¡Ay, sí… no tiene dientes! ¡Espantoso ese animal! —decía una malhumorada mujer que venía con una gran cesta en sus brazos.— Debería servir para algo, por ejemplo, cargarme con esta cesta tan pesada, ¡Vamos burro!
El burro lo usaban todos y permanecía amarrado a una estaca, debajo de un árbol. La mujer ni corta ni perezosa, lo desató y se trepó sobre su lomo con la cesta, y lo obligó a llevarla hasta su vivienda en una cuesta un poco empinada. Aun así, después de transportarla, siguió riéndose de su aspecto. El burrito ya carecía de dentadura por la vejez y el exceso de trabajo en su vida.
Mamá Ina hizo una pausa para tomar un poco de agua, a sus años se cansaba cuando hablaba mucho rato. Después de un profundo suspiro, prosiguió la historia:
Ya cansado el burro estaba
de todo lo que cargaba,
no valoraban su esfuerzo,
lo trataban como a un menso.
Caminó cuesta pa’ bajo
y se fue por un atajo,
así llegaría a la aldea,
por donde nadie lo viera.
Vio un árbol y se paró al lado
se sentía muy agobiado,
de repente una voz oyó
y una chica apareció.
Era una linda doncella
radiante como una estrella,
su rostro le acariciaba,
¡No entendía lo que pasaba!
— Hola amiguito, cuéntame, ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan triste? Te escucho llorar —le decía la linda chica mientras seguía acariciando su cabecita con dulzura.
— Nadie me respeta, todos se burlan de mi aspecto porque mis dientes se han caído con el tiempo, pero sin embargo, me siguen usando para llevarles sus cargas a todos lados —manifestó el burrito entre lágrimas.
— ¡Ay, mi burrito bello! No les hagas caso. Para mí eres un burrito muy hermoso, aún sin poder verte. Me lo dice tu corazón. —le decía la chica al burrito.
— ¿No puedes ver? ¿Y cómo llegaste hasta aquí? —le pregunta el burrito con los ojos muy abiertos, en expresión de asombro. A lo que la chica le responde:
— Mucho gusto burrito, soy la Princesa Laila, y vivo en el castillo de la montaña. Salí a caminar esta mañana y me perdí, ahora no sé cómo llegar a mi casa, ¿Me podrías ayudar? Yo te voy indicando cómo es el lugar donde vivo y tú te orientas.
Sin pensarlo ni un instante
emprendió marcha adelante,
y a su lomo con destreza
hizo subir la princesa.
Después de un largo trayecto
encontró el camino correcto,
los faroles con su brillo
alumbraban el castillo.
Los padres cuando la vieron
al encuentro le salieron,
la abrazaron angustiados
y el burrito no miraron.
— ¡Hola padres! Les presento a burrito. Él me ayudó a llegar a casa, estaba perdida en la montaña. —les dijo Laila en medio de un fuerte abrazo y lágrimas de emoción.
— ¡Hijita, nos tenías angustiados! —expresó su madre, y volteándose hacia el burrito, le dijo:
— Gracias burrito bello, has sido muy valiente al llegar solito hasta aquí, no tenemos palabras para agradecerte que cuidaras de nuestra niña. Desde hoy vivirás en el castillo… serás el burrito real, y formarás parte de nuestra familia. ¿Aceptas?
El burrito dio saltos y chillidos de alegría. Por supuesto que aceptaba, por fin tendría una familia y no se aprovecharían más de él. El día de las fiestas tradicionales de la aldea, los padres de la princesa brindaron una gran comida a los aldeanos, y todos los que en algún momento maltrataron y se burlaron del burrito, no sólo se quedaron asombrados al verlo vestido con la capa real, sino que tuvieron que respetarlo desde ese momento por ser parte de la realeza.
Todos abrazamos a mamá Ina, felices por habernos narrado una vez más aquella historia, y salimos corriendo a jugar, repitiendo los primeros versos del cuento: “ Érase un burro sin dientes, muy feo pero valiente…”
Autora: Ana C. Rivero Foucault (Venezuela)
ENGLISH
Good morning everyone. Today I am pleased to share my participation in this 37th Hispaliterario Contest called by @hispapro, @jesuspsoto, @celfmagazine, @literatos, and @writingclub.
The theme of this contest is to compose a story. Each participant will develop a story in a free form, using one of the couplets offered in the list. The story must begin with that couplet, and it can be written in prose or verse. I dared to develop it both ways, and in the story I introduced two types of narrators; omniscient (Mama Ina), and protagonist (some grandchild). My couplet is: "Once upon a time there was a donkey without teeth, very ugly but brave... Grateful for the invitation from the @hispaliterario team and my friend @beaescribe, I extend it to my friends, @belkyscabrera, @cirangela, @brujita18, and @issymarie2. For all those who wish to participate you can do it through the following link and follow the rules of the contest: Hispaliterario 37 / “How the story begins”
THE ROYAL DONKEY
Once upon a time there was a donkey without teeth,
very ugly but brave...
Mama Ina kept repeating this pair of verses as she rocked gently in her chair. Every afternoon, my grandmother would sit in a rocking chair in front of the front door of the house, and little by little we would surround her with the younger grandchildren, and even the other children in the neighborhood. We liked to listen to the story of the donkey with no teeth, and so she would start repeating the first verses very loudly. Already that told us that we had a date with her petticoats. She narrated the story in two ways, some parts as a story and others as a poem. And so began this beautiful story:
There was a donkey with no teeth,
very ugly but brave,
the villagers saw him
and laughed at the poor thing.
— Hahahaha, what an ugly donkey! —said a very unfriendly villager as he passed in front of him.
— Oh, yes... he has no teeth, what a frightful animal! —said a grumpy woman who came with a big basket in her arms, —It should be good for something, for example, to carry me with this heavy basket, come on, donkey!
The donkey was used by everyone and remained tied to a stake under a tree. The woman, neither short nor lazy, untied him and climbed on his back with the basket, and forced him to carry it up a steep slope to her house. Even so, after transporting it, she continued to laugh at its appearance. The burrito already lacked teeth from old age and overwork in her life.
Mama Ina paused for a drink of water; at her age she got tired when she talked for too long. After a deep sigh, she continued the story:
The donkey was already tired
tired of all he was carrying,
they didn't value his effort,
they treated him like a minor.
He walked downhill
and took a shortcut,
so he could get to the village,
where no one would see him.
He saw a tree and stood next to it
he was feeling very tired,
Suddenly he heard a voice
and a girl appeared.
It was a pretty maiden
radiant as a star,
her face caressed him,
I didn't understand what was happening!
— Hello little friend, tell me, what's the matter? Why are you so sad? I hear you crying, —said the pretty girl while she continued to caress his head with sweetness.
— Nobody respects me, everybody makes fun of my appearance because my teeth have fallen out with time, but nevertheless, they keep using me to carry their loads everywhere —the little donkey said between tears.
— Oh, my beautiful donkey! Don't listen to them. To me you are a very beautiful donkey, even if I can't see you. Your heart tells me so. —said the girl to the donkey.
— Can't you see? And how did you get here? —asked the donkey with its eyes wide open in astonishment. To which the girl replied:
— How do you do, donkey, I am Princess Laila, and I live in the mountain castle. I went for a walk this morning and got lost, now I don't know how to get home, could you help me? I'll show you where I live and you can guide me.
Without a moment's thought
he started to walk ahead,
and on his back with dexterity
the princess climbed on his back.
After a long journey
he found the right path,
the lanterns with their brightness
lit up the castle.
The parents, when they saw her
when they saw her, they came out to meet her,
embraced her in anguish
and the little donkey they did not look at.
— Hello parents! This is burrito. He helped me get home, I was lost in the mountains. —Laila told them with a big hug and tears of emotion.
— Daughter, you had us worried! —said her mother, and turning to the donkey, she said:
— Thank you beautiful donkey, you have been very brave to come here alone, we have no words to thank you for taking care of our little girl. From today you will live in the castle... you will be the royal donkey, and you will be part of our family. Do you accept?
The donkey jumped and squealed with joy. Of course he accepted, he would finally have a family and would not be taken advantage of anymore. On the day of the traditional village festivities, the princess's parents gave a big meal to the villagers, and all those who had once mistreated and made fun of the donkey, were not only amazed to see him dressed in the royal cloak, but had to respect him from that moment on as part of the royalty.
We all hugged Mama Ina, happy for having told us that story once again, and ran off to play, repeating the first lines of the story: “Once upon a time there was a donkey with no teeth, very ugly but brave...”.
Author: Ana C. Rivero Foucault - Venezuela.
FUENTES DE IMÁGENES // IMAGE SOURCES
Burro y mujer - Donkey and woman // Pixabay
Burro rugido - Donkey roar // Pixabay
Burro prado - Donkey meadow // Pixabay
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