ESPAÑOL
Buenas noches a todos. Hoy tengo el gusto de compartir mi participación en este 32° Concurso Hispaliterario convocado por @hispapro, @jesuspsoto, @celfmagazine, @literatos, y @writingclub.
El tema de este concurso está basado en un relato libre partiendo del título: ”La mordida entró por el ojo”, cuyo contexto lo va a componer cada participante según sus propias ideas. Me complace invitar a mis amigas @popurri, @actioncats y @mercmarg. Para todos los que deseen participar pueden hacerlo a través del siguiente enlace y seguir las reglas del concurso: Hispaliterario 32 / ”La mordida entró por el ojo”.
LA MORDIDA ENTRÓ POR EL OJO
Detrás de la pared de aquel frío laboratorio secreto donde por años practicó los más diabólicos experimentos, había quedado encerrado el cuerpo inerte de un científico, odiado y olvidado por todos. El Dr. Sangriento, así lo apodaron, porque la mayoría de sus inventos habían cobrado la vida de algunos.
Les pagó muy bien a varios médicos prominentes para que practicaran aquella operación en la que colocarían un diminuto dispositivo receptor en uno de sus ojos. El invento le había llevado muchos años, y quería ser él quien lo probara por única vez. Así podría controlar gran parte del mundo, al menos, la que a él le interesaba.
A través de uno de sus ojos, podía ver y estar en cualquier lugar, el que deseara o se le ocurriera a su mente, era una especie de tele transportación a través del dispositivo implantado en su retina, el mismo que al ser colocado, le costó que su cuerpo quedara inmóvil para siempre pero su esencia pudiera materializarse al salir a través de su globo ocular.
Una vez practicada la cirugía, y siguiendo sus órdenes de dejarlo sentado en una poltrona de su laboratorio, los cirujanos se retirarían sin hacer comentarios. De eso ya habían transcurrido aproximadamente 50 años, y ninguno de ellos habló del suceso ya que por una falla en la operación, el inventor había quedado en estado vegetal. Lo dejaron en el lugar indicado, y desaparecieron. Todos lo dieron por muerto al no verlo más, y nadie sabía de ese espacio secreto en su laboratorio.
Sangriento habitaba en su cuerpo como si cada órgano fuera un elemento de su morada, y el torrente sanguíneo su alimento. El ojo era el portal de entrada y salida desde el momento en que se situó aquel objeto en él. Simplemente su mente se ubicaba frente a una enorme pantalla, y comenzaba a verlo todo, hasta los sitios más remotos del mundo y otras dimensiones, incluso, la vida personal de muchos conocidos, sin que ellos lo supieran.
De esa manera, el perturbado científico salía y entraba cada vez que quería a través de aquel ojo digital, y recorría cuanto lugar le cruzaba por su mente. Pero como todo tiene un límite en el proceso, más aún cuando se ambicionan cosas prohibidas, la mente desequilibrada de aquel hombre traspasó el umbral de lo posible para poder permanecer más tiempo materializado. Su alma tenía un periodo limitado para permanecer fuera de su cuerpo vegetal, y él ya no quería regresar de inmediato. Sabía que necesitaba alimentarse de la sangre de seres vivientes sanos para lograrlo, y se situó en un antro donde habitaban muchos vampiros.
Junto a ellos, aprendió rápidamente la práctica de extraer sangre de sus víctimas a través de una mordida, y cada día lo hacía con más habilidad y frecuencia, pero un vampiro que era el líder del lugar comenzó a sentir que le robaba su liderazgo, y que era un riesgo para su comunidad. Una de esas noches que el doctor llegó al sitio donde se reunían, el vampiro receloso esperó un descuido de él y clavó sus filosos colmillos en su cuello.
El Dr. Sangriento de inmediato huyó hacia su mente regresando a su cuerpo encerrado, pero no pudo librarse del feroz ataque durante la huida y el vampiro atacante penetró junto con él a través de su ojo hasta llegar a su cuerpo, devorando todo el torrente sanguíneo que existía en su interior. Salió por el mismo lugar por donde entró, dejando postrado en aquella poltrona, únicamente un cuerpo sin vida totalmente disecado cual momia antigua.
Autora: Ana C. Rivero Foucault (Venezuela)
ENGLISH
Good evening everyone. Today I am pleased to share my participation in this 32nd Hispaliterario Contest called by @hispapro, @jesuspsoto, @celfmagazine, @literatos, and @writingclub.
The theme of this contest is based on a free story starting from the title: "La mordida entró por el ojo", whose context will be composed by each participant according to their own ideas. I am pleased to invite my friends @popurri, @actioncats and @mercmarg. For all those who wish to participate you can do it through the following link and follow the contest rules: Hispaliterario 32 / "La mordida entró por el ojo"
THE BITE WENT THROUGH THE EYE
Behind the wall of that cold secret laboratory where for years he practiced the most diabolical experiments, the inert body of a scientist, hated and forgotten by all, was locked up. Dr. Bloody, as he was nicknamed, because most of his inventions had claimed the lives of some.
He paid several prominent doctors very well to perform that operation in which they would place a tiny receiving device in one of his eyes. The invention had taken him many years, and he wanted to be the one to try it out for once. This way he could control a large part of the world, at least the one he was interested in.
Through one of his eyes, he could see and be anywhere he wished or his mind could think of, it was a kind of teleportation through the device implanted in his retina, the same one that when placed, it cost him that his body would remain immobile forever but his essence could materialize by going out through his eyeball.
Once the surgery had been performed, and following his orders to leave him seated in a chair in his laboratory, the surgeons would leave without comment. Approximately 50 years had passed since then, and none of them spoke of the event, since due to a failure in the operation, the inventor had been left in a vegetable state. They left him in the indicated place and disappeared. Everyone thought he was dead when they did not see him anymore, and nobody knew about that secret space in his laboratory.
Sangriento inhabited its body as if each organ were an element of its abode, and the bloodstream its nourishment. The eye was the entrance and exit portal from the moment that object was placed in it. His mind was simply placed in front of a huge screen, and he began to see everything, even the most remote places in the world and other dimensions, even the personal lives of many acquaintances, without their knowledge.
In this way, the disturbed scientist went in and out whenever he wanted through that digital eye, and went through every place that crossed his mind.But as everything has a limit in the process, even more so when one has ambitions of forbidden things, the unbalanced mind of that man crossed the threshold of what was possible in order to remain materialized for a longer time. His soul had a limited period to remain outside his vegetable body, and he no longer wanted to return immediately.He knew that he needed to feed on the blood of healthy living beings to achieve this, and he found himself in a den where many vampires lived.
Together with them, he quickly learned the practice of extracting blood from his victims through a bite, and every day he did it with more skill and frequency, but a vampire who was the leader of the place began to feel that he was stealing his leadership, and that he was a risk to his community. One of those nights when the doctor arrived at the place where they met, the wary vampire waited for an oversight from him and drove his sharp fangs into his neck.
Dr. Bloody immediately fled to his mind, returning to his locked body, but he could not escape the fierce attack during the flight and the attacking vampire penetrated with him through his eye until it reached his body, devouring all the bloodstream that existed inside him. It exited through the same place where it entered, leaving prostrate in that armchair, only a lifeless body totally dissected like an ancient mummy.
Author: Ana C. Rivero Foucault - Venezuela.
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Ojo - Eye // Pixabay
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