Hoy es jueves, «el cuerpo lo sabe», el día del TBT. … Llegó a mis manos una fotografía del pasado que hace mérito en el presente y se relaciona con un término que aún no está registrado en la Real Academia de la Lengua Española, pero he observado que en Venezuela, específicamente en Caracas, lo usan muy frecuentemente. Me explico…

La chica de la izquierda de la foto es conocida en su entorno familiar y social como «Tati», pero su verdadero nombre es «Taina». En su regazo, su hija menor Tatiana del Valle y junto a ella, su hijo mayor Tomás Andrés. Taina se hizo madre siendo una adolescente. Sus dos hijos son medio hermano, es decir, de diferentes padres. Ella, en la crianza y manutención de sus hijos, fungió como mamá y papá, «algo muy típico en ciertos estratos sociales de las barriadas de Caracas». Como siempre, el apoyo de los abuelos maternos fue la base para seguir adelante.

Los jóvenes no se imaginan las responsabilidades que significa traer un hijo a este mundo y todo lo que ello conlleva; y «sola», ya ustedes se habrán de imaginar. Pero con esfuerzo sacó sus hijos adelante. Hoy, su hija Tatiana del Valle tiene 18 años y Tomás Andrés es Funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).

Pero, en esta historia, cómo encaja el término «cafesiliencia», se preguntarán. Y para ello debemos saber que cafesiliencia se asocia a la unión de dos palabras, a saber, «café» y «resiliencia». Ya ustedes de seguro pueden entonces inferir el significado de «cafesiliencia». «Café» hace referencia a la bebida derivada de los granos tostados de la planta de café, y «resiliencia» es la capacidad de adaptarse ante situaciones adversas o superar obstáculos. De allí que «cafesiliencia»* se utilice para definir coloquialmente «𝕝𝕒 𝕔𝕒𝕡𝕒𝕔𝕚𝕕𝕒𝕕 𝕕𝕖 𝕤𝕦𝕡𝕖𝕣𝕒𝕣 𝕔𝕦𝕒𝕝𝕢𝕦𝕚𝕖𝕣 𝕠𝕓𝕤𝕥𝕒́𝕔𝕦𝕝𝕠 𝕠 𝕡𝕣𝕠𝕓𝕝𝕖𝕞𝕒 𝕕𝕖𝕤𝕡𝕦𝕖́𝕤 𝕕𝕖 𝕦𝕟 𝕓𝕦𝕖𝕟 𝕔𝕒𝕗𝕖́».

Es que Tati, es una señora que toma café como tomar agua. Ella misma afirma que «si al pararse no toma una taza de café, pasa el día con dolor de cabeza…». Por eso, en casa de Tati, siempre hay una jarra de vidrio llena de café, montada en la cafetera eléctrica que lo mantiene caliente. Todo el que llega a su casa es recibido con una taza de café. A mí en particular, no me gusta el café «recalentado», me gusta que sea recién hecho, y si es servido directamente de la Greca, mejor.

Acoto, no tengo información específica sobre el origen de la palabra «cafesiliência», ya que parece tratarse de una palabra inventada o que se ha popularizado en algún contexto específico. Puede que haya surgido en la cultura popular o en alguna comunidad en particular. Pero lo que sí sé, es que La historia del café es un viaje fascinante a través del tiempo, una danza de aromas y sabores que ha dejado una huella imborrable en cualquier cultura y sociedad en el mundo. Solo con escuchar la palabra «café», uno viaja por los senderos de los granos tostados y las tazas humeantes, donde el café se convierte más que una bebida, en un compañero, un estimulante y un refugio para el alma.

La leyenda se teje en los campos de Etiopía, donde los ancestros etíopes del actual pueblo Oromo fueron los primeros en descubrir y reconocer el efecto energizante de los granos de la planta del café. Según la leyenda, Kaldi observó cómo sus cabras se volvían inusualmente vivaces después de mordisquear las bayas rojas y brillantes de cierto arbusto. Siguiendo su intuición, llevó las bayas a un venerado musulmán en un monasterio cercano. Aunque este último desaprobó su uso y arrojó las bayas al fuego, un aroma atrayente emergió de las brasas. Así nació la primera taza de café en el mundo.

Si quieres participar, me parece que aún estás a tiempo, tienes hasta las 11:59 pm de HOY JUEVES, así que apúrate y recuerda cumplir las reglas.

Concurso de TBT - Un día de esos.

A ver si se animan, el amigo @tiffanny, @faniaviera y @silher…