Una franca y valiosa reflexión que muchas de nosotras deberíamos tener presente, decir que no es de lo más difícil, más que todo, al menos en mi caso, porque no me gusta decepcionar a los demás, pero tampoco podemos vivir para complacer a otros, además, que a la larga esas mismas personas por quienes nos desvivimos, nos pierden el respeto, porque se dan cuenta que no nos damos nuestro justo valor.
Saludos, fue un placer leerte.