hola queridos amigos y creadores de #hive
Vengo emocionada a relatar una experiencia verdaderamente maravillosa que compartí con mi hija. Durante varios días, llevamos una gran tarea de llevar a cabo un experimento que le asignaron en la escuela. Este no era un proyecto común; era una manualidad que implicaba creatividad, aprendizaje científico y diversión. asumimos la tarea con entusiasmo, recopilando materiales de reciclaje, como papel, pintura al frío y pequeños animalitos de juguete. La premisa era simple pero fascinante: crear un volcán en miniatura que pudiera erupcionar de manera simulada.
Para que nuestro volcán funcionara adecuadamente, necesitábamos más que solo materiales básicos. Vinagre, bicarbonato y un colorante que se asemejara a la lava eran los ingredientes esenciales para lograr el efecto deseado. Estos elementos, combinados con nuestra creatividad y dedicación, darían vida a nuestro proyecto.
A medida que avanzábamos en la construcción del volcán, mi hija y yo no solo estábamos creando una manualidad, sino que estábamos aprendiendo sobre fenómenos naturales y procesos científicos. Discutimos sobre el funcionamiento interno de los volcanes, la causa de las erupciones y cómo se relacionaba esto con el calentamiento de la tierra. Cada paso del proceso se convirtió en una oportunidad para aprender y profundizar nuestro entendimiento del mundo que nos rodea.
Finalmente, llegó el día esperado: la presentación de nuestro experimento ante los compañeros de clase. El ambiente estaba lleno de emoción y anticipación mientras todos exhibían sus proyectos con orgullo. Fue fascinante observar la variedad de experimentos que se presentaron, desde simples demostraciones científicas hasta elaborados dispositivos tecnológicos. Entre ellos, destacaba nuestro modesto volcán, listo para hacer su gran debut.
Cuando llegó el turno de mi hija de presentar nuestro proyecto, sentí un palpitar de orgullo y nerviosismo. Sin embargo, ella se paró frente a sus compañeros con confianza y comenzó a explicar el proceso detrás de nuestro volcán. No solo describió cómo lo construimos, sino que también compartió los conocimientos que habíamos adquirido sobre los volcanes y su impacto en el medio ambiente. Verla expresarse con seguridad y entusiasmo me llenó de alegría y gratitud.
Luego, llegó el momento culminante: la erupción de nuestro volcán. Con una mezcla de vinagre, bicarbonato y colorante rojo, mi hija provocó una reacción que hizo que la lava simulada brotara del cráter de nuestro volcán. Los aplausos y las exclamaciones de asombro resonaron en el aula mientras todos observaban el espectáculo con fascinación.
Después de la presentación, mi hija y yo nos sentimos llenas de satisfacción y conexión. Habíamos compartido no solo un momento especial, sino también una experiencia educativa significativa. Estar presente para apoyar a mi hija en su aprendizaje y crecimiento es un privilegio que nunca daré por sentado. Prometo seguir siendo su apoyo incondicional, estando siempre presente para ella en cada paso del camino, si Dios me lo permite.
Como padres, es fundamental brindar apoyo y aliento a nuestros hijos en todas sus actividades y proyectos, especialmente en aquellos que involucran aprendizaje y crecimiento. Estas tareas escolares y proyectos creativos no solo son oportunidades para adquirir conocimientos, sino también para fortalecer la confianza en sí mismos y fomentar su amor por el aprendizaje.
Alentemos a nuestros hijos a explorar, experimentar y ser creativos. Recordémosles que el proceso es tan valioso como el resultado final y que cada paso del camino es una oportunidad para aprender y crecer. A través de nuestro apoyo incondicional, podemos ayudarles a desarrollar habilidades importantes como la resiliencia, la perseverancia y la autoestima.
Espero les guste mi publicacion.
ENGLISH (click here!)
hello dear friends and creators of #hive
I come excited to relate a truly wonderful experience I shared with my daughter. For several days, we carried a big task of carrying out an experiment she was assigned at school. This was no ordinary project; it was a craft that involved creativity, scientific learning and fun. We took on the task with enthusiasm, gathering recycling materials such as paper, cold paint and small toy animals. The premise was simple but fascinating: to create a miniature volcano that could erupt in a simulated way.
For our volcano to work properly, we needed more than just basic materials. Vinegar, baking soda and a dye that resembled lava were the essential ingredients to achieve the desired effect. These elements, combined with our creativity and dedication, would bring our project to life.
As we progressed through the construction of the volcano, my daughter and I were not only creating a craft, but we were learning about natural phenomena and scientific processes. We discussed the inner workings of volcanoes, the cause of eruptions, and how this related to global warming. Each step of the process became an opportunity to learn and deepen our understanding of the world around us.
Finally, the long-awaited day arrived: the presentation of our experiment to our classmates. The atmosphere was filled with excitement and anticipation as everyone proudly displayed their projects. It was fascinating to observe the variety of experiments that were presented, from simple scientific demonstrations to elaborate technological devices. Among them, our modest volcano stood out, ready to make its grand debut.
When it was my daughter's turn to present our project, I felt a palpitation of pride and nervousness. However, she stood in front of her classmates with confidence and began to explain the process behind our volcano. Not only did she describe how we built it, but she also shared the knowledge we had gained about volcanoes and their impact on the environment. Seeing her express herself with confidence and enthusiasm filled me with joy and gratitude.
Then came the highlight: the eruption of our volcano. With a mixture of vinegar, baking soda and red dye, my daughter triggered a reaction that caused simulated lava to erupt from the crater of our volcano. Applause and exclamations of amazement echoed through the classroom as everyone watched the spectacle with fascination.
After the presentation, my daughter and I were filled with satisfaction and connection. We had shared not only a special moment, but also a meaningful educational experience. Being there to support my daughter in her learning and growth is a privilege I will never take for granted. I promise to continue to be her unconditional support, always being there for her every step of the way, God willing.
As parents, it is critical to provide support and encouragement to our children in all of their activities and projects, especially those that involve learning and growth. These school assignments and creative projects are not only opportunities to acquire knowledge, but also to strengthen their self-confidence and foster their love of learning.
Let's encourage our children to explore, experiment and be creative. Let's remind them that the process is as valuable as the end result and that every step of the way is an opportunity to learn and grow. Through our unconditional support, we can help them develop important skills such as resilience, perseverance and self-esteem.
I hope you like my publication.
Utilizando las herramientas para la traduccion de deepl, editor de canva y fotos tomadas de mi telefono TECNO SPARK 10C
Using deepl translation tools, canva editor and photos taken from my TECNO SPARK 10C phone
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