¡Hola amigos! Estoy llegando casi en la raya, por razones de ocupaciones varias no había escrito, así que les paso mi foto y mi entrada por si acaso. Invitando a mis queridas amigas; @beaescribe y a @jaci11 Aún quedan unas horas para comentar.
Para mí, lo más refrescante y que quita la sed, después del agua, es una buena limonada. Ahora bien, acá en Buenos Aires, la preparan con lo que en mi país llamamos, Yerba Buena. O menta. Es más, en unos locales la preparan con mucho hielo y bien ácida, es decir, con mucho limón, y poca azúcar, pero las hojitas, le dan un toque genial para mi gusto. Porque yo soy muy fan del limón como tal. Mi secreto bien guardado es, que por las noches, antes de ir a la cama, exprimo un limón, o lima, porque son grandes y en una copita, lo echo bien coladito. Aunque no lo crean, de un solo trago lo bebo, y me fascina. No le pongo azúcar.
Así como lo ven en la foto. Algunas veces le agrego una pizca de sal, para bajarle lo ácido. Igualmente, lo vacío en una jarra y lo dejo en la nevera sin azúcar. Eso contribuye a alcalinizar el agua y también sirve para refrescar. También, lo preparo con papelón, tal y como me enseño mamá a tomar mi limonada diariamente.