Luego empezamos a caminar en procesión hacia la Basílica, llegamos todos y nos reunimos a sus alrededores, de donde podíamos ver como especie de una obra de teatro.

Había muchos sacerdotes, que iban bajando en grupo por las escalinatas, cada uno con unas oraciones según las estaciones del viacrucis. Estuvo muy emotivo y lo disfrutamos en familia. A las niñas les gustó, qué bueno, que no se aburrieran.

Estas actividades a mí me gustan y cada vez que pueda asistir con mi familia, son tradiciones que me gustarían, ellas también seguirían, sobre todo, que siempre tengan a Dios en su corazón.

Bueno, amigos, esto ha sido todo por hoy. Tenía que hacer un video, pero ya saben, no se puede por los momentos. Muchas bendiciones para sus familias y que tengan un hermoso mes de diciembre.