Soy un tonto que aun cree en las personas.
Soy un tonto que aun cree en el amor fiel y leal. En la verdad y la transparencia sin fachadas.
Un tonto que aun cree en el pedir perdón y en perdonar.
Soy un tonto, sí, que aun cree en el amor profundo, ese que ve a los ojos físicos y a los ojos del alma.
Creo en ese amor que se construye, que aprende de las caídas, que no se rinde ante la adversidad.
Soy un tonto, sin dudas lo soy. Uno que cree en eso de "en la salud y en la enfermedad" en eso tan absoluto como de "hasta que la muerte nos separe" o en "siempre te amaré".
Porque creo en el compromiso. Creo en las promesas. Creo en la palabra. Y aunque sé que el amor son hechos y no palabras, pero todo inicia con una: TE AMO.
A partir de allí decidimos demostrar el amor a través de esas tonterías, sí, porque solo un tonto cree en eso de regalar rosas, de llevar el desayuno a la cama, de reír con tu pareja. De apoyarlo a lograr sus metas y de animarlo a crecer como persona. Solo un tonto como yo cree en eso de "detrás de buen hombre hay una gran mujer" o en su contraparte "detrás de una buena mujer hay un gran hombre".
Aunque en honor a la verdad, no creo en eso de detrás de este o el otro. Soy más tonto aún: creo en eso tan alejado de la realidad como de "al lado del otro". Porque no creo en superioridades de géneros. Creo en que el amor se complementa, se mejora, se hace una sinergia mágica, pero realista.
Sigo siendo un tonto que cree de perderse en la mirada del otro, en eso fundir mi pecho en su pecho. En eso de dormir abrazados, en eso tan cursi como dedicar canciones y hasta en eso tan anticuado como escribir cartas en papel. Y para rematar, creo en la poesía, en esa que nace del corazón, de la mente, del cuerpo mismo.
Soy un tonto que cree en las segundas oportunidades, cuando existe una verdadera motivación para hacerlo mejor que antes. No creo en eso de seguir siendo el mismo y acéptame como soy. Creo en que si algo de mí afecta la relación, puedo hacer cambios que nos hagan bien a ambos.
Y aunque suene extraño, creo en la libertad. Creo que el amor no ahoga, ni amarra, ni encarcela. Creo que el amor solo nos da una razón más para ser felices. ¿Soy un tonto? Por supuesto que sí. ¿Aún no te habías dado cuenta?
Pero con todo y eso, creo en el amor libre, en el amor que me da libertad de ser, de pensar, de sentir, de creer y vivir mi vida, pero con ese amor que que elegí, con esa persona que decidí amar y compartirla.
Soy un tonto que aun cree en las personas. Soy un tonto que aun cree en el amor. Soy un tonto que cree en triunfos y caídas, pero sobre todo un tonto que cree en el amor para toda la vida.
ESTE ESCRITO ES DE MI AUTORÍA
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