Vientos de cambios se vislumbran allá en el fondo, soplan y resoplan y cada vez atraen más seguidores de la luz. Pero siempre habrá nubes negras que no aceptaran el perdón para otros cercanos.
Esos rayos rojizos de luz contrastan con el cielo azul del cielo promedio. Así vemos los coloridos cambios por llegar a todos los espacios.
Se resaltan los cambios y se ven las luces al final de los obstáculos. Vamos saltando y brincando ante la bella posibilidad de surgir delante de la oscuridad absoluta que nos ha embarcado por años. Ante la posibilidad de sablazos preparamos rezos, ante la ausencia de jóvenes preparamos la resiliencia y aún así se escuchan los truenos y gritos de cambio.
Nuestra capacidad de asombro lo ha visto todo y ya no se asusta, simplemente se adapta ante la perturbadora atmósfera. Del árbol deshojado retoñaran los embriones que sueñan un futuro posible. Simple los esperamos con los brazos abiertos. Comprendemos que el camino esta trazado y algunos escucharan los relámpagos sonando en sus puertas.
Entre tanta confusión de estilos y formas, solo estamos viendo la belleza y estilo que atraen, la energía materna que guía. Los espacios han sido invadidos de maldad y hace falta limpiarlos con amor y pureza. Solo algunos pocos lo verán y enfrentaran con valentía con ayuda de los relámpagos del cambio.
Su estadía sera serena, pero la lucha puede volverse cruenta. Para muchos el perdón no estará en sus corazones, han lastimado mucho a muchos, solo unos pocos hicieron algo y lo perdieron todo.