Con cada espacio vivido se van moviendo los sentimientos y las ilusiones del pasado. Se remueven historias y calurosos encuentros que ya hemos vivido y tratamos de mantener vivo. Pero eso ya se fue, simplemente quedó atrás. Y resulta imposible revivirlo otra vez.
Sentarse a veces sin muchas ganas o ideas para escribir nos da un sentimiento de volcar lo que traemos por dentro, a veces bueno a veces no tan bueno. Pero son simplemente ideas que revolotean a cada instante.
Con cada impulso atrapado dentro de la botella de la vida, nos dejamos arrullar por los destinos que van surgiendo como caminos a escoger. A veces escogemos lo que parece un mal camino, saltamos y brincamos ante los huecos y muros, solo para acabar descubriendo que llegamos a la misma encrucijada. La vida nos da la oportunidad de volver a mirar esos caminos.
Los viejos y los nuevos se unen en un solo nudo y vaya que es difícil desarrollarlos. Lo intentamos un rato hasta que nos cansamos, podemos caer en la tentación de tirarnos otra vez al camino; con un esta vez si lo vamos a lograr.
Este rincón donde sacamos todo y no tenemos miedo ante las criticas o simplemente ya estamos curtidos en los laboriosos, yo te lo dije que no lo hicieras.
Pero siempre volvemos a empezar de nuevo, a pesar de mirarnos desde lo alto del edificio cuando otros se lanzan a emprender resultados.
Sacamos los estímulos externos mientras miramos muy adentro los sentimientos en soledad. Las emociones nos llegan como pinchazos externos y tratamos de mirar de donde vienen. Estamos mejor así, encontrando las miradas de los extraños.
Volvemos a los caminos trazados una y otra vez tratando de enmendar los errores que creemos haber causado. No hay vuelta atrás con vestigio de verdor en los jardines del corazón. Hay nuevos caminos llenos de múltiples colores, son oportunidades que nos cuesta tomar otra vez.
Pero nunca perdemos la esperanza de ver los coloridos jardines que hemos sembrado en el pasado. Así que escribimos las mejores letras tratando de enmendar lo que creemos son errores que nunca pasaron.
No es nada fácil mirar desde afuera, hay momentos en que la vida nos pide dejar pasar y sanar.
ENGLISH VERSION
With each space experienced, the feelings and illusions of the past move. Stories and warm encounters that we have already experienced and try to keep alive are stirred. But that's gone, it's simply left behind. And it is impossible to relive it again.
Sitting down sometimes without much desire or ideas to write gives us a feeling of pouring out what we have inside, sometimes good, sometimes not so good. But they are simply ideas that flutter at every moment.
With each impulse trapped inside the bottle of life, we allow ourselves to be lulled by the destinations that emerge as paths to choose. Sometimes we choose what seems like a bad path, we jump and jump over gaps and walls, only to end up discovering that we arrive at the same crossroads. Life gives us the opportunity to look at those paths again.
The old and the new join together in a single knot and it is difficult to develop them. We try for a while until we get tired, we may be tempted to throw ourselves back into the road; with a this time if we are going to achieve it.
This corner where we get everything out and we are not afraid of criticism or we are simply already seasoned in the hard work, I told you not to do it.
But we always start again, despite looking at ourselves from the top of the building when others launch themselves to achieve results.
We take out the external stimuli while we look deep inside at the feelings in solitude. Emotions come to us like external punctures and we try to look at where they come from. We are better off this way, meeting the gazes of strangers.
We return to the paths we have set again and again trying to correct the mistakes we believe we have caused. There is no turning back with a vestige of greenery in the gardens of the heart. There are new paths full of multiple colors, they are opportunities that are difficult for us to take again.
But we never lose hope of seeing the colorful gardens we have planted in the past. So we write the best lyrics trying to right what we believe are mistakes that never happened.
It is not easy to look from the outside, there are times when life asks us to let go and heal.
Esta es mi participación en el concurso Liberando mundos y emociones / Soloescribe concurso #09 Esp-Eng
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