Yo siempre me preguntaba el por qué de. ese maullido tan espeluznante y terrible, y a la vez tan doloroso siempre a la misma hora.
Al principio me sorprendía y un erizamiento me subía desde el pecho y tomaba forma de pujó al pasar por mi garganta. Se endurecian mis cabellos como púas de erizo silvestre.
Al principio me tapaba la cabeza con la almuada, pero después sincronice el chillido como un reloj para otras cuestiones.
Pero no me había decidido a mirar nunca hacia el lugar, que estaba al cruzar la calle, en la acera del frente, donde sobre el muro alto había ventanas de esas que se esconden hacia el interior separadas alejándose de la calle: realmente no me atrvia.
Esa noche estaba decidido, y segundo a segundo espere el instante preciso, y con el primer maullido me asome por la ventana. Una mirada verde brillante me paralizó en lo profundo de la oscuridad y ya no estaba ni en mi cuerpo ni en mi ventana, solo sentía mi cuerpo peludo y caliente en una esquina del muro y mi voz a todo volumen diciéndo cosas mientras el fantasma de ella ,alta ,esbelta y con su carterita de noche, atravezaba los espesos cristales caminando segura sobre el muro, se perdía entre las sombras de la ciudad.
De pronto, la Zuela dura de un zapato golpeó my cuerpo , y una voz trasnochada y muy molesta grito: gatooo!, Y desde entonces ya no me asomó más a la ventana .
Invito al amigo @felizmarranz a comentar