¡Hello travelers again, it's time for a new adventure! Nestled in the mountains of Aragua state, just 56 kilometers from Caracas, is Colonia Tovar, a picturesque village that looks like something out of a German fairy tale. Its cobblestone streets, half-timbered wooden houses and red-tiled roofs transport visitors to Central Europe, without the need to cross the Atlantic.
The sun was barely peeking over the mountains when my alarm clock went off at 5:20 am. It seemed to be an ordinary Sunday with a routine morning, one of those that go by between coffee and obligations. But no, this was a different day. A day marked by the promise of adventure, a day that would take me to discover a little piece of Germany nestled in the Venezuelan mountains: Colonia Tovar.
With excitement on our faces, we headed for the bus stop. The cold of the early morning mixed with the tingle of excitement. Between dreams and pleasant conversations, the trip went by in the blink of an eye. At 8:50 a.m., the bus was already parked in Colonia Tovar, ready to begin the tour to the tourist attractions of the place.
A feast for the senses
The aroma of hot chocolate and strawberries and cream filled the air, like a sweet welcome to this earthly paradise. The first stop was the coffee plantation, where we learned about the coffee elaboration process, from planting to the steaming cup. The aroma of roasted beans permeated every corner, awakening the taste buds and transporting us to a green and sunny field.
The first stop was necessary. We started the journey at a coffee shop where the owners welcome you and tell you the story of how the family has been making coffee for 40 years and maintain the family tradition of doing it the traditional way, without industrializing the sweet coffee that is produced in the plantations that bear fruit in the high and cold zone of Colonia Tovar.
The next adventure took us to the brewery, where we discovered the secrets of craft beer brewing. We tasted different types of beers, each with a unique flavor that reflected the passion and care of their creators. The real craze was the parchita beer. There we made a toast to life, to the joy of sharing and to the magic of this special place.
The wine cellar of the winery was waiting for us with its great variety of flavors and its bottles full of stories. We toured the facilities, learned about the winemaking process and enjoyed a tasting that delighted our palates. The fruity flavor and intense aroma of the wine intoxicated us with sensations, transporting us to a Tuscan landscape under the radiant sun, also full of flavors such as parchita and blackberry, which were also my favorite wines, although I confess we ended up buying a sangria to share at home.
The cheese factory opened its doors to show us the art of making artisanal goat cheese. We listened attentively to the elaboration process, from the selection of the milk to the maturing process in centenary cellars. We tasted fresh, semi-cured and cured cheeses, each with a unique texture and flavor that captivated us and I swear I could spend the day eating smoked cheese, if you go to Colonia Tovar do not miss it.
And finally, the finishing touch: the chocolatito. A great place where handmade chocolates are made with love and dedication. They welcome you with a big bonfire and free marshmallows inserted in a wooden wand with which you will be able to bring your marshmallow to the fire and live the real experience of a cold Germany, in the Venezuelan mountains. There we tasted a cocoa and hazelnut based chocolate, truffles and nougat bars dipped in milk chocolate, each with a flavor that conquered us completely. A sweet end to an unforgettable adventure.
Colonia Tovar is an invaluable cultural treasure that is part of Venezuela's national heritage. It is a unique place that allows us to learn about the German heritage and experience the warmth and hospitality of its people. Founded in 1843 by a group of 374 German immigrants, Colonia Tovar has jealously preserved its cultural heritage and traditions throughout the years. If you are looking for a different getaway, full of charm and tradition, Colonia Tovar is the perfect destination for you.
SPANISH (click here!)
¡Hola de nuevo viajeros, es tiempo de una nueva aventura! Enclavada en las montañas del estado Aragua, a solo 56 kilómetros de Caracas, se encuentra la Colonia Tovar, un pintoresco pueblo que parece sacado de un cuento de hadas alemán. Sus calles empedradas, sus casas de madera con entramados y sus techos de tejas rojas transportan a los visitantes a la Europa Central, sin necesidad de cruzar el Atlántico.
El sol apenas asomaba por las montañas cuando mi despertador sonó a las 5:20 am. Parecía ser un domingo cualquiera con una mañana rutinaria, de esas que transcurren entre el café y las obligaciones. Pero no, este era un día diferente. Un día marcado por la promesa de aventura, un día que me llevaría a descubrir un pedacito de Alemania enclavado en las montañas venezolanas: la Colonia Tovar.
Con la emoción dibujada en el rostro, Nos dirigimos a la parada de autobús. El frío de la madrugada se mezclaba con el cosquilleo de la emoción. Entre sueños y conversaciones amenas, el viaje transcurrió en un abrir y cerrar de ojos. A las 8:50 am, el autobús ya estaba estacionando en la Colonia Tovar, listo para comenzar el recorrido a los puntos turísticos del lugar.
Un festín para los sentidos
El aroma a chocolate caliente y fresas con crema inundaba el aire, como una dulce bienvenida a este paraíso terrenal. La primera parada fue el cafetal, donde aprendimos sobre el proceso de elaboración del café, desde la siembra hasta la taza humeante. El aroma a granos tostados impregnaba cada rincón, despertando las papilas gustativas y transportándonos a un campo verde y soleado.
La primera parada era necesaria. Iniciamos el camino en una cafetería donde te reciben sus dueños y te cuentan la historia de cómo la familia está haciendo café desde hace 40 años y mantienen la tradición familiar de hacerlo de manera tradicional, sin industrializar el café dulce que se produce en las plantaciones que dan frutos en la zona alta y fría de la Colonia Tovar.
La siguiente aventura nos llevó a la cervecería, donde descubrimos los secretos de la elaboración de la cerveza artesanal. Degustamos diferentes tipos de cervezas, cada una con un sabor único que reflejaba la pasión y el cuidado de sus creadores. La verdadera locura fue la cerveza de parchita. Ahí hicimos un brindis por la vida, por la alegría de compartir y por la magia de este lugar especial.
La bodega de la fábrica de vinos nos esperaba con su gran variedad de sabores y sus botellas llenas de historias. Recorrimos las instalaciones, aprendimos sobre el proceso de elaboración del vino y disfrutamos de una cata que deleitó nuestros paladares. El sabor afrutado y el aroma intenso del vino nos embriagaron de sensaciones, transportándonos a un paisaje toscano bajo el sol radiante, además repletos de sabores como la parchita y la mora, que además fueron mis vinos favoritos, aunque confieso terminamos comprando una sangría para compartir en casa.
La quesera nos abrió sus puertas para mostrarnos el arte de elaborar quesos artesanales de cabra. Escuchamos con atención el proceso de elaboración, desde la selección de la leche hasta la maduración en bodegas centenarias. Degustamos quesos frescos, semicurados y curados, cada uno con una textura y un sabor únicos que nos cautivaron y juro que podía pasar el día comiendo queso ahumado, si vas a la Colonia Tovar no dejes de comerlo.
Y por último, el broche de oro: el chocolatito. Un gran local donde se elaboran chocolates artesanales con amor y dedicación. Te reciben con una gran fogata y malvaviscos gratis insertados en una varita de madera con la que vas a poder acercar tu malvavisco al fuego y vivir la verdadera experiencia de una Alemania fría, en las montañas venezolanas. Allí degustamos un chocolate a base cacao y avellana, trufas y barras de turrón bañadas con chocolate con leche, cada una con un sabor que nos conquistó por completo. Un dulce final para una aventura inolvidable.
La Colonia Tovar es un tesoro cultural invaluable que forma parte del patrimonio nacional de Venezuela. Es un lugar único que nos permite conocer de cerca la herencia alemana y experimentar la calidez y hospitalidad de su gente. Fue fundada en 1843 por un grupo de 374 inmigrantes alemanes, la Colonia Tovar ha conservado celosamente su herencia cultural y tradiciones a lo largo de los años. Si buscas una escapada diferente, llena de encanto y tradición, la Colonia Tovar es el destino perfecto para ti.
Las fotos y contenido aquí compartido con ustedes son de mi autoría. Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Redmi Xiaomi 9. Y la traducción al inglés fue realizada con DeepL
The photos and content here shared with you are my authorship. The photos were taken with my Redmi Xiaomi 9 phone. And the English translation was done with DeepL.
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