Hello Hivers and world travelers! Merry Christmas to those of you who celebrate it!
After a day of Christmas relaxing with my family, this morning my son and I went for a walk in one of the parks that I like the most in Bogotá. It's a few blocks away from the place where we are staying, the Parque del Chicó.
It is next to the Chicó Museum and is a green oasis in the middle of a residential area of the city. The park is located between Carreras 7 and 9 on Calle 93. Its perimeter is closed unlike many other parks in Bogotá and has private security, so it is a park where you feel very safe, perfect to relax from the hustle and bustle of the city.
One of the things that has surprised me about Bogotá at this time of the year is that at least in the northern part of the city where we are staying there is very little Christmas decoration in the streets, parks and squares.
In the Chicó Park the only reference to Christmas we found was a small nativity scene with clay figures that we saw as we entered the park.
This morning the park was almost empty, there were very few people, so with the park to ourselves we decided to enjoy a bit of nature. My boy decided to sit in the fresh air and listen to some music.
While I wanted to explore the park, but not before taking some pictures for the hubby who could not join us because he had to work on the project that has us these days in Bogotá.
So with the park almost all to myself, I explored it a bit and took some pictures.
The park and the colonial house where the museum is located is a private donation to the city of Mercedes Sierra de Pérez, so the park and museum also bear his name although they are popularly known as Park and Museum del Chicó which is the residential area where it is located.
One of the things I love about this place is the contrast between urban and nature that can be seen, as the park is surrounded by some cool residential buildings.
There is a small pond, around which there are several geese.
Geese are not usually quiet but these ones were especially noisy today. It's like they have a sensor and as soon as you get halfway close they start squawking.
I love the amount of flowers in this park. And when I approached to photograph these near the fence next to the pond. I noticed that on the adjoining stone wall there was a small gate that leads to the area of the park that is within the grounds of the Museum and it was open.
So I crossed over to the side of the park that is part of the exterior of the Museum's mansion.
From there there is a better view of the pond and I could see a couple of geese on the central islet taking a nap. Can you see them?
On this side of the park there were more beautiful flowers.
A view of the north access to the park which I understand is not open to the public.
Another pond on the outside of the museum. Which looks better maintained than the one with the geese.
After exploring the museum side of the park for a bit, through the same small gate I had crossed I returned to the main side of the park to meet my son.
There were signs that at any moment it would start raining but before we left my son insisted that I let him take me a few laps on an old merry go round, hehe.
In the middle of the fun, while I was laughing like a little girl, the first raindrops began to fall. So we hurried to leave the park and on the way out I took this picture of the house that houses Chicó Museum that this time we could not visit, but if you are curious you will find the review of a previous visit in A visit to Chicó Park and Museum.
that this is how the rain is in Bogota, it catches you by surprise in a few minutes but this time we were not prepared, we had neither umbrellas nor our rain jackets, so we had no choice but to take shelter from the rain and for that we ran to an ice cream shop on the way to our accommodation.
There we patiently waited for the rain to subside while we enjoyed an affogato of almond ice cream. But nothing prevented us from arriving back at the apartment drenched in rain.😅
This little visit to Parque del Chicó is a contribution to the Worldmappin Winter Challenge.
Thank you for reading.
! [Text In Spanish]
Hola Hivers y viajeros del mundo! Feliz Navidad para aquellos de ustedes que la celebran!
Despues de un día de Navidad descansando en familia, esta mañana mi hijo y yo nos fuimos a dar un paseo por uno de los parques que más me gustan de Bogotá cerca del sitio donde nos estamos alojando, es el Parque El Chicó.
Este parque adjunto al Museo del Chicó es un oasis verde en medio de una zona residencial de la ciudad. El parque queda entre las Carreras 7 y 9 en la Calle 93. Su perímetro es cerrado a diferencias de muchos otros parques de la ciudad y cuenta con vigilancia privada, por lo que es un parque en el que te sientes muy seguro, perfecto para relajarte del ajetreo de la ciudad.
Una de las cosas que me ha sorprendido de Bogotá en esta época del año es que al menos en la zona norte de la ciudad donde nos estamos hospedando es muy poca la decoración navideña en las calles, parques y plazas.
En el Parque El Chicó la única referencia a la Navidad que encontramos fue un pequeño pesebre con figuras de arcillas que vimos al entrar al parque.
Esta mañana el parque estaba casi vacío, habia muy pocas personas, así que con el parque practicamente para nosotros decidimos disfrutar un poco de la naturaleza. My hijo se sentó a respirar aire fresco y escuchar un poco de música.
Mientras yo quise explorar el parque, no sin antes tomarnos unas fotos para el esposito que no pudo acompañarnos porque tenia que trabajar en el proyecto que nos tiene en estos días en Bogotá.
Así que con el parque casi solo para mi, me dedique a explorarlo un poco y tomar algunas fotos.
El Parque y la casa colonial donde funciona el museo es una donación privada a la ciudad de Mercedes Sierra de Pérez, por lo que el parque y el museo también llevan su nombre aunque se les conocen popularmente como Parque y Museo El Chicó que es la zona residencial donde está ubicado.
Una de las cosas que me encantan de este lugar es el contraste entre lo urbano y la naturaleza que se puede apreciar, ya que el parque está rodeado de bonitos edificios residenciales.
Hay un pequeño estanque, alrededor del cual hay varios gansos.
Los gansos no suelen ser silenciosos pero estos hoy estaban especialmente ruidosos. Es como si tuvieran un sensor y en lo que uno se medio acerca empiezan a graznar.
Me encanta de este parque la cantidad de flores que hay. Y cuando me acerqué a fotografiar estas cerca de la reja al lado del estanque. Noté que en el muro de piedras contiguo había una pequeña reja que da paso al área del parque que esta dentro de los predios del Museo y estaba abierta.
Así que crucé hacia el lado del parque que forma parte de los exteriores de la casona del Museo.
Desde allí hay una mejor vista del estanque y pude ver a un par de gansos en la isleta central tomándose una siesta. Los ven?
De este lado del parque había más flores preciosas.
Una vista al acceso norte del parque que tengo entendido no está abierto al público.
Otro estanque en la parte exterior del museo. Que luce mejor mantenido que el de los gansos.
Después de explorar un poco la parte del parque que estaba del lado del museo, por la misma pequeña reja que había cruzado volví al lado principal del parque a encontrarme con mi hijo.
Todo indicaba que en cualquier momento comenzaría a llover pero antes de marcharnos mi hijo insistió que me dejara dar unas vueltas en la Rueda Rueda, jeje.
En medio de la diversión, mientras me reía como una chiquilla empezaron a caer las primeras gotas de lluvia. Así que nos apresuramos a dejar el parque y ya de salida tomé esta foto de la casa que alberga el Museo del Chicó que esta vez no pudimos visitar pero si tienen curiosidad encontrarán la reseña de una visita previa en A visit to Chicó Park and Museum.
Nos apresuramos pero el aguacero nos tomó desprevenidos en la calle. He ido aprendiendo que así es la lluvia en Bogotá, te agarra de sorpresa en pocos minutos pero esta vez no estabamos preparados, no teníamos ni paraguas ni nuestras chaquetas de lluvia, así que no nos quedo mas remedio que refugiarnos de la lluvia y para ello corrimos a una heladería de camino a nuestro alojamiento.
Allí pacientemente esperamos que la lluvia amainara mientras disfrutábamos de un affogato de helado de almendras. Pero nada evitó que llegaramos calados por la lluvia de vuelta al apartamento.😅
Esta pequeña visita al Parque del Chicó es una contribución al Worldmappin Winter Challenge.
Gracias por leer!
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