No más, ayer lloré. Y solo porque se murió la abuela Coco, en la película.
Sí, es su gusto ríanse. Pero la cosa fue así: Celebrábamos el cumpleaños 82 de la abuela y de sus muchos nietos y bisnietos, solo estaba una nietecita de 7 años, entre un montón de adultos. Y este niño de la tercera infancia. A mi cuñado se le ocurrió, poner la película, para entretener a la criatura y a ratos la acompañaba y jugaba con la pequeña.
Cuando termino. Se me escurrieron dos lagrimones que inundaron mi pañuelo.