Imagen creada con Bing.
Mercedes prepara rápidamente la cena, apurándose para llegar a tiempo a su serie favorita: el diario del zapato rojo. Cortando los tomates, piensa en el porqué del nombre, pero no lo descubre. Coloca en su lista mental buscar el primer capítulo de la serie.
Mira el reloj y solo falta media hora para que inicie. Se apresura, toma el pan, le unta salsa rosada, que se ve divina, el queso, tomate y el pollo que ha preparado. Un vidón se va a dar en la cena, mientras disfruta su noche con su serie.
Termina de preparar todo diez minutos antes, arregla todo y se va lo más aprisa posible a su cuarto. Prende la TV y todavía no ha comenzado.
―¡Síii! Soy rápida o qué ―dice en voz alta.
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Por fin, empieza el nuevo capítulo de la serie. No debería durar media hora, sino más. Gracias a Dios que pasan dos capítulos cada semana. El capítulo de hoy se ambienta en Brasil, en la famosa feria.
María comienza a imaginarse ella allí, viendo a ese adonis, sentir esas emociones. ¿Podría ser que alguna vez le sucediera algo así?
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De pronto, un corto circuito sale de la lámpara de su cuarto, echando chispas y dejando todo con mal olor. El susto puede con ella. Hay un bajón de electricidad en el apartamento, por lo que la TV se apaga y no quiere volver a encender.
―¡Rayos!, tiene que ser hoy precisamente. ¿Ahora qué voy a hacer? Necesito que alguien lo repare y vean si algo más sufrió daño. Pero es muy tarde, ¿a quién puede llamar a esta hora?
Se le ocurre contarle a su mejor amiga, ella siempre la ayuda. Quizás las dos piensen en algo, dos cabezas piensan mejor que una.
La llama y le cuenta todo con detalle. Sara le comenta que su primo es electricista y que puede pedirle ayuda. Mercedes acepta, es mejor alguien conocido, principalmente por la hora.
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En menos de 15 minutos el chico llega a su edificio. Después de todo el protocolo para entrar, sube al apartamento, mientras que Mercedes ya lo está esperando. Cuando la chica mira por primera vez al hombre, queda sorprendida, el chico está precioso. Está más bueno que comerse la comida con los dedos, como se dice aquí.
Él le sonríe con gracia y elegancia. Se nota que está acostumbrado a las reacciones así. ¡Vaya, pavo! Luego de saludarse y presentarse, Merce lo invita pasar y le indica el lugar en donde ha ocurrido.
Miguel al entrar al cuarto nota el olor fuerte ha quemado, por lo que deja la puerta abierta y las ventanas, para que el olor salga. Revisa las conexiones, se da cuenta de que el cable de la lámpara está quemado por la parte que está expuesta, los cables se ven. El suelo está algo mojado, por lo que ha causado el corto.
Revisa el voltaje de la regleta está bien. Así que va a revisarla para hacerla funcionar. El cable roto lo arregla con su cinta aislante, necesario para que no haya otro accidente, aunque la lámpara ha quedado inservible.
Cuando logra que la regleta funcione, la TV se enciende como por arte de magia. Su segundo capítulo debe ir ya por la mitad. Se ve a la chica casi sin ropa, enfrente de su espejo, con el hombre vaquero sin camisa detrás de ella.
¡Trágame tierra!, piensa Mercedes. Definitivamente, este no es su día. ¿Qué debe pensar este hombre? Obviamente, que soy una golfa. Toma rápidamente el control y lo apaga. Carraspea un poco, tratando de pasar el momento vergonzoso.
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―Muchas gracias por este gran favor, ¿Quieres jugo de morango? ―pregunta Mercedes, mientras sale de su cuarto, casi corriendo, hacia la cocina.
Como si conociera la casa completamente, él llega a donde está ella. Se detiene justo detrás de ella. Se acerca tanto a ella, que se podría decir que le susurra al oído.
―Me encantaría.
Ella se sobresalta y se aleja de él.
―Mira campeón, ¿crees que porque me gusten estas series estoy loca por acostarme con cualquiera, aunque sea alguien rebuenote como tú? No estás ni cerca, niño. ―Le coloca el vaso con el jugo en la mano, mientras va a buscar sus llaves―. Muchas gracias, Miguel. Espero el jugo haya sido de tu agrado. Te debo un favor bien intencionado. Ya puedes irte, porque el final feliz que quieres no se va a poder.
Le dice, mientras abre la puerta para que él salga. Miguel coloca el vaso en la encimera, vuelve a sonreír, pero esta vez con otra cosa que ella no logra descifrar. Él se dirige hacia la puerta, pero como si fuera un león esperando por su presa. ¡Es que este no se entera!
―Me debes una, Mercedes. Tú misma lo has dicho. Me pensaré cómo quiero que me lo devuelvas. Pasa una excelente noche. Sin duda, esta ha sido una noche muy diferente a lo que me esperaba. Placer conocerte. Nos vemos pronto.
Mientras va diciendo cada palabra, se acerca más a ella, hasta quedar a unos centímetros de su rostro. La colonia, el aliento, el cuerpo, todo paraliza a Mercedes. Un cosquilleo y una vergüenza se apoderan de ella.
Miguel sale del apartamento sin apuro, sin mirar atrás. Merce cierra la puerta y empieza a respirar de nuevo. ¡Madre mía! ¿Me quiero meter en este lío? No lo sé, pero sí que quiero verlo de nuevo. ¿Cómo puede ser? Mejor lo olvido, ¿verdad?
Hola a todos. Esta es mi participación en este concurso. Me hubieses gustado tenerlo listo mucho antes, pero ya está aquí.
Solo con participar me siento bien. Gracias por estas dinámicas. Realmente colocan a generar ideas y a crear.
@ismeris, @leopardo, @jonathanrg, @yuruany23 , @ciela777 @helicreamarket @sain-wen @mariiale1979
Los invito a esta inicitiva.
Banner y separadores creados con Canva.
Traducciones con Deepl.
Do I want to get into this mess?
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Mercedes quickly prepares dinner, hurrying to be on time for her favorite series: the red shoe diary. Cutting the tomatoes, she thinks about the reason for the name, but can't figure it out. He puts on his mental list to look for the first chapter of the series.
He looks at the clock, and it's only half an hour before it starts. Furthermore, he hurries, takes the bread, spreads pink sauce, which looks divine, cheese, tomato and the chicken he has prepared. A glass of wine is going to be served at dinner, while she enjoys her evening with her series.
She finishes preparing everything ten minutes earlier, sets everything up and goes as quickly as possible to her room. He turns on the TV and it hasn't even started yet.
―Yeah, I'm fast or what ―she says out loud.
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Finally, the new episode of the series starts. It shouldn't last half an hour, but longer. Thank God they run two chapters every week. Today's chapter is set in Brazil, at the famous fair.
Maria begins to imagine herself there, seeing that adonis, feeling those emotions. Could it ever happen to her?
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Suddenly, a short circuit comes out of the lamp in her room, shooting sparks and leaving everything smelling bad. The fright gets the better of her. There's a power outage in the apartment, so the TV goes out and she doesn't want to turn it back on.
―Damn, it has to be today, what am I going to do now? I need someone to fix it and see if anything else was damaged. But it's so late, who can he call at this hour?
It occurs to her to tell her best friend, she always helps her. Maybe the two of them will think of something, two heads are better than one.
She calls her and tells her everything in detail. Sara tells her that her cousin is an electrician and that she can ask him for help. Mercedes accepts, it is better someone she knows, mainly because of the time.
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In less than 15 minutes the boy arrives at her building. After all the protocol to enter, he goes up to the apartment, while Mercedes is already waiting for him. When the girl looks at the man for the first time, she is surprised, the guy is gorgeous. He is hotter than eating food with his fingers, as they say here.
He smiles at her with grace and elegance. You can tell he's used to reactions like that. Wow, turkey! After greeting each other and introducing himself, Merce invites him in and points out the place where it happened.
Miguel enters the room and notices the strong smell of burning, so he leaves the door open and the windows open, so that the smell can escape. He checks the connections, realizes that the lamp cable is burned on the part that is exposed, the wires are visible. The floor is somewhat wet, so it has caused the short.
He checks the voltage on the power strip is fine. So he is going to check it to make it work. He fixes the broken wire with his insulating tape, which is necessary to prevent another accident, although the lamp has become unusable.
When he gets the power strip working, the TV turns on as if by magic. His second episode must be halfway through. The girl is seen almost unclothed, in front of her mirror, with the shirtless cowboy man behind her.
Swallow me up, Mercedes thinks. This is definitely not her day. What must this man think? Obviously, that I'm a slut. She quickly grabs the remote and turns it off. She clears her throat a little, trying to pass the embarrassing moment.
Imagen created with Bing―Thank you very much for this great favor, would you like some morango juice ―Mercedes asks, as she leaves her room, almost running, towards the kitchen.
As if he knows the house completely, he arrives where she is. He stops right behind her. He gets so close to her, you could say he whispers in her ear.
―I'd love to.
She startles and pulls away from him.
―Look, champ, you think just because I like these shows I'm crazy to sleep with anyone, even if it's a hottie like you? You're not even close, kid. ―She puts the glass with the juice in his hand, while she goes to get her keys. Thank you very much, Miguel. I hope the juice was to your liking. I owe you a well-intentioned favor. You can go now, because the happy ending you want is not going to happen.
She tells him, as she opens the door for him to leave. Miguel places the glass on the counter, smiles again, but this time with something else that she can't decipher. He heads for the door, but as if he were a lion waiting for its prey. He just doesn't know it!
―You owe me one, Mercedes. You said so yourself. I'll think about how I want you to pay me back. Have a great night. This has certainly been a very different night than I expected. Nice to meet you. See you soon.
As he says each word, he moves closer to her, until he is inches from her face. The cologne, the breath, the body, everything paralyzes Mercedes. A tingling and an embarrassment take hold of her.
Miguel leaves the apartment without haste, without looking back. Merce closes the door and starts breathing again. Oh my God, do I want to get into this mess? I don't know, but I do want to see him again. How can that be? I'd better forget it, right?
Hello everyone. This is my entry in this contest. I would have liked to have it ready much earlier, but it's here.
Just participating makes me feel good. Thanks for these dynamics. They really get you to generate ideas and create.
