Se quedó sentado, tratando de improvisar una respuesta feroz pero educada. Por primera vez sentía tanta rabia que sus manos temblaban como si un terrible frío lo azotara, un frio que estaba segura desaparecería esa noche; sin embargo, no fue así. Su mente navegó por muchos recuerdos, muchas esperanzas, muchos anhelos que se desmoronaban nuevamente, y por momentos rondaba en su cabeza la certeza de que esta historia se repetía una y otra vez.
Dicen que el tiempo es sabio, lo cura todo, pero cuánto tiempo se necesita, para abrazar al hijo que nunca vuelve, cuanto tiempo se necesita para acabar con el luto de muchas familias que ven a sus seres queridos caer o en el mejor de los casos, vivir y sufrir un encierro injusto.
El frío que sentía su alma, era un frío que se adueñó de muchas almas en ese instante eterno. Muchas almas que hoy están paralizadas pero no de miedo sino de indignación, de rabia y de dolor. Un frio impotente; semejante al ave que le cortan sus alas.
En ese instante cuando la desesperanza cubría todo su ser, recordó una frase de un poeta chileno quien vivió en carne propia la persecución de una dictadura:
«Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera»
Pablo Neruda:
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Historia original de @cositav
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Traducido con Hive Translator por @noakmilo
He sat there, trying to improvise a fierce but polite response. For the first time he felt so much anger that his hands trembled as if a terrible cold was hitting him, a cold that he was sure would disappear that night; However, it was not. His mind navigated through many memories, many hopes, many longings that were crumbling again, and at times the certainty that this story was repeated over and over again hovered in his head.
They say that time is wise, it heals everything, but how much time does it take to hug the child who never comes back, how much time does it take to end the mourning of many families who see their loved ones fall or at best cases, live and suffer unjust confinement.
The cold that his soul felt was a cold that took over many souls in that eternal moment, many souls that today are paralyzed but not with fear but with indignation, rage and pain. A helpless cold; similar to the bird whose wings are cut off.
At that moment when hopelessness covered his entire being, he remembered a phrase from a Chilean poet who experienced firsthand the persecution of a dictatorship:
«They can cut all the flowers, but they can't stop the spring»
Pablo Neruda:
Original story by @cositav
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