De no haber sido por ella, no habría notado que esa situación podía causar tanto malestar, incluso, no quiere ni ver y no le habla al colega que es nuestro intermediario en el servicio de encomiendas, cuando él en realidad no tiene ninguna culpa, ni puede hacer nada, el barco no ha llegado por la razón que sea, ¿Cómo puede él controlar eso? ¿Cómo podemos nosotras controlar eso? No queda más que aceptarlo y resolver de la mejor manera que esté en nuestras posibilidades. Al final, Dios siempre provee.
Amigo mío, hay tantas personas con verdaderas razones para preocuparse, que realmente me parece algo ínfimo un evento como este, siempre pienso que mientras tengamos salud, todo está perfecto.
Te cuento que ocurrió algo que me sorprendió mucho, justo hoy nos hicieron un pago extra y a mi esposo y a mí, un dinero que no esperábamos y pensé era una manera de Dios proveernos lo que necesitamos, le acabo de decir a mis hijos que les compraré algo sencillo, pero que podrán ponerse algo nuevo como acostumbramos. De verdad que me siento tan bendecida.
Un gran abrazo también para ti y te deseo siempre lo mejor. Gracias por todo lo que nos regalas con cada una de tus publicaciones, que son como un faro de luz para nuestra conciencia.