Luego de muchos años, pude traer al presente situaciones vividas hace más veinte años, nunca quise hablar de ello, pero hoy comprendo que es necesario lo que me pasó, para forja en mí la fuerza necesaria, el dominio propio y la valentía, así que debo tomar el aprendizaje de esa experiencia para aplicarlo en mí y ayudar a otros que también enfrentan situaciones similares.
Todo lo que ocurre en nuestras vidas tiene un propósito. Es probable que en el momento en que estamos pasados por una experiencia amarga o fuerte, nos preguntemos: ¿por qué a mí? Años después comprendemos que vivir esos momentos nos prepararon para este momento presente. Nos hicieron lo que somos.